miércoles, 4 de agosto de 2010

Mis Amigos: Gala

Gala llegó inesperadamente; es una perra Labrador que había sido abandonada a su suerte, pero para su fortuna se encontró un domingo con Roberto, el hermano de Arturo (y dueño también de Dalí), quien decidió adoptarla provisionalmente, en lo que le conseguía un hogar. El la llevó con una veterinaria que le dijo que pronto tendría perritos.

Al principio yo tenía mucho susto, puesto que era una perra enorme comparada conmigo, pero con el tiempo nos hicimos muy buenas amigas y hasta comadres ya que yo sería la madrina de sus perritos; pero Gala nunca tuvo perritos, aún así la consideré mi comadre.

Gala me ayudó a agrandar los hoyos que ya tenía en el jardín; una vez nos regalaron una pelota y el primer día que jugamos con ella la ponchamos; con ella aprendí muchas cosas, hasta me enseñó a empujar la puerta para salirnos, impulsando el peso de nuestro cuerpo (cosa que me ha sido de mucha utilidad en mi casa).

Ella es muy ordenada y limpia con sus cosas, obediente y dócil, a cualquier persona le cae bien, y cualquiera estaría contento de tenerla por mascota; y nuevamente la fortuna tocó a su puerta, cuando una familia decidió adoptarla y con mucho gusto la recibió en su casa.

No me avisaron que se iría, sólo un Lunes regresé al trabajo y ya no la encontré, me puse triste y nostálgica al recordar el tiempo que pasé con ella y lo rápido que había sucedido; sólo me alegró el saber que tendría un techo y una familia que la cuidara como me cuidan a mí.

Y esta fue la historia de mi comadre....para ser una Pug tengo mucho qué contar.

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